Jamones Aljomar, empresa perteneciente al ‘Plan de Iniciación a la Promoción Exterior’ (PIPE) del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), está desarrollando un intenso trabajo para lograr la máxima expansión de sus productos ibéricos, una estrategia especialmente motivada por su continuo interés en la apertura de nuevos mercados.

 Según los cálculos de la compañía, en 2012-2013 estará en disposición de introducirse en 30 países -de Europa, América, Asia y África-, lo que supondrá que el 15%-20% de la facturación de Jamones Aljomar se realice en los mercados internacionales.

 Obtener la homologación para la distribución en Estados Unidos es, en estos momentos, objetivo prioritario de la marca tras haber realizado una importante inversión estratégica y tecnología para hacer frente al alto nivel de exigencia del país norteamericano. Por tanto,la PIPE recibirá en breve el visto bueno para el consumo de sus productos por parte del público estadounidense. Al mismo tiempo, el proceso de homologación para los mercados mexicano y brasileño avanza a buen ritmo.

 Hace unos meses, y después de estar incluida en la ‘Lista Marco de Establecimientos Registrados para la Exportación de Carne y Productos Cárnicos’, la firma salmantina ha sido homologada para la distribución de su amplia gama de ibéricos en Argentina. En la actualidad, el surtido de productos de la marca se encuentra disponible en Alemania, Francia, Suiza, Italia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos. Por otro lado, a través del Matadero Frigorífico Navazo, integrado en el Grupo Aljomar, los productos también están homologados en Japón, Corea del Sur, Vietnam, Singapur, Sudáfrica, Rusia, Argentina, México, Perú, Brasil y China. Precisamente, en este último país ya se han introducido con éxito diversos productos, por lo que se prevé que la comercialización pueda incrementarse en los próximos meses.

El esfuerzo realizado por la empresa de cara a la internacionalización exige un alto grado de profesionalización en los diferentes procesos de producción, ya que los productos deben adecuarse a muy distintos requerimientos y demandas de los países receptores. En esta línea, es especialmente importante asumir legislaciones muy diversas y, al mismo tiempo, abordar numerosas exigencias sanitarias y controles de trazabilidad. Por otro lado, también se antoja determinante un exhaustivo análisis socioeconómico de los países objetivo para conocer su cultura, su relación con el producto, su consumidor potencial, etc. y, de esta forma, adaptarse a los mismos de la mejor manera posible.

Fuente: ICEX