Hace ya algunas décadas se desarrolló un material que inicialmente fue empleado en la industria espacial dadas sus propiedades y su elevado coste, pero que poco a poco se fue extendiendo a otros ámbitos, llegando a formar parte de la mayoría de los hogares en la actualidad, este material no es otro que la fibra de carbono. Y es que, “la fibra de carbono se ha convertido en el material estrella del siglo XXI, debido a su gran versatilidad, que le permite ser empleada tanto en la industria espacial, como en la automovilística, como en el sector de la moda” indican desde Veroya, especialistas en la fabricación de marroquinería artesanal.

Para los que poco o nada sepan de este material cuyo uso se ha extendido tan rápidamente cabe comentar que se trata de una fibra sintética compuesta por finos filamentos compuestos principalmente por carbono, siendo la unión de miles de estos filamentos la que forma cada una de las fibras. Sus propiedades mecánicas son similares a las del acero, pero es tan ligera como la madera o el plástico. Motivos estos por los que su uso se ha extendido a la industria del transporte y el deporte de alta competición, es común encontrar bicicletas, raquetas, barcos o cascos, entre muchos otros, fabricados con este material.

Pero además de todo lo anterior, la fibra de carbono se emplea también en la fabricación de carcasas de móviles y ordenadores y en los últimos años se ha incluido su uso en el mundo de la moda, “consiguiéndose con ello una gran durabilidad y ligereza en los complementos y aportando un gran toque de modernidad y sofisticación a toda persona que los luzca.

Desde Veroya quieren acercar este material al público indicando para ello que “al hablar de fibra de carbono se habla de calidad, innovación y vanguardia. Los complementos que se realizan con fibra de carbono son exclusivos, resistentes y ligeros, además de fácilmente personalizables”.