Puede parecer extraño, pero es un hecho: el aire puede ayudarnos a ahorrar dinero. Esto se traduce en la incorporación de la cantidad adecuada de aire al inflar los neumáticos así como la comprobar su presión de forma correcta. Los expertos en la materia recomiendan medir la presión de los neumáticos cada cuatro semanas o, si se puede, cada vez que se acude a la gasolinera. Los efectos de circular con una presión correcta pueden notarse no sólo en el monedero, sino que también ayudan a proteger el medioambiente. Una presión insuficiente en uno o varios neumáticos puede tener un efecto considerable a nivel económico y medioambiental. Si la presión del neumático es 0,4 bares menor que la medida correcta, su vida útil puede verse reducida en 8,000 km (para una duración media de 40.000kms). Además, numerosos daños en los neumáticos y accidentes de vehículos están directamente relacionados con una presión incorrecta de las ruedas. Una presión insuficiente es extremadamente peligrosa. El rodaje excesivo de neumáticos desinflados incrementa la temperatura en la zona de la carcasa hasta 130°C lo que, en el peor de los casos, puede llevar a un reventón. Se puede encontrar la presión del aire especificada por el fabricante del coche