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Ferrocarril y transporte urbano abren la vía a la inversión en Ecuador

Fomentar el desarrollo económico del país se ha convertido en la prioridad del Gobierno ecuatoriano que, basándose en la riqueza de algunos de sus principales sectores productivos –concretamente los hidrocarburos–, apuesta por dejar atrás definitivamente el subdesarrollo. En plena crisis internacional, el comportamiento de la economía ecuatoriana ha sido mucho más que meritorio. De hecho, el PIB de 2011 creció en torno a un 5%, lo que lo sitúa muy por encima de economías de primer orden.

Con un mercado de 14 millones de consumidores, Ecuador podría convertirse en una de las joyas en bruto de la Comunidad Andina de acometerse con éxito las reformas previstas en el Plan Nacional del Buen Vivir. Aprobado en 2009, este prevé la reestructuración de la economía ecuatoriana a largo plazo a través de la creación de nuevas industrias nacionales y la subida de aranceles en los sectores prioritarios. Para ello aboga por el incremento del acceso a las TIC como herramienta para aumentar la productividad y el cambio de la matriz energética, reduciendo la importación de derivados del petróleo y apostando por el desarrollo de energías limpias (geotermia, biomasa, eólica y solar).

De cara a este renacimiento económico, los sectores que precisan un impulso más apremiante y decidido son infraestructuras públicas –carreteras, puentes, túneles, transportes urbanos–, explotaciones petrolíferas, sanidad –equipos médicos y productos farmacéuticos–, generación eléctrica –termoelectricidad, hidroelectricidad, renovables– e ingeniería y consultoría –asociadas a la construcción de grandes obras públicas financiadas por los organismos multilaterales–.

En concreto, tres proyectos en el ámbito del transporte de pasajeros son los que mejores perspectivas de negocio ofrecen en la actualidad según se desprende del informe El mercado ferroviario en Ecuador, elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en la capital ecuatoriana. Se trata del Plan de Rehabilitación Integral del Sistema Ferroviario Ecuatoriano y la construcción del metro de Quito y del tranvía de Cuenca, tercera ciudad en importancia del país después de la capital y de Guayaquil.

Desde 1861, fecha en que comenzó su andadura, el ferrocarril ecuatoriano ha ido cayendo en desuso, llegando prácticamente a su abandono como medio de transporte en torno a 1997. Tras haber sido declarado Patrimonio Cultural del Estado en 2008, su rehabilitación se ha convertido en una cuestión de Estado ya que, además de dar servicio a 6 millones de ecuatorianos de 10 provincias, se espera que sea el motor de la recuperación económica del país a través del turismo. Con un coste total estimado de 230 millones de euros, este proyecto puede ofrecer interesantes oportunidades de negocio a las empresas españolas de cara a las licitaciones por tramos de las vías gracias en parte al acuerdo sellado en 2009 entre RENFE, FEVE y la Empresa de Ferrocarriles Ecuatorianos. Este convenio –según el cual las dos primeras se comprometían a prestar asistencia en materia de desarrollo tecnológico, organización, gestión operativa y formación a la tercera– otorga a España un trato privilegiado en las futuras concesiones y licitaciones ferroviarias en Ecuador.

Una situación similar se produce en la adjudicación del metro de Quito que, con un coste de 1.060 millones de euros, debería estar operativo en agosto de 2015 y dar servicio a más de 375.000 pasajeros diarios. En este caso, ha sido la Comunidad de Madrid –basándose en el modelo del metropolitano capitalino– quien se ha encargado de la prestación del servicio de asesoría integral en la ejecución y diseño del proyecto.

Modernizar la ciudad, descongestionar el tráfico de vehículos privados y peatonalizar el centro histórico son los objetivos que se pretenden cumplir con la puesta en marcha de un tranvía en Cuenca. Para ello, el consistorio de la ciudad ecuatoriana ha presupuestado un monto global de más de 150 millones de euros. Tras haber sido invitadas empresas de varios países a participar en la licitación del diseño definitivo del proyecto, esta ha sido adjudicada a la Red Ferroviaria Vasca (ETS).

Una relación comercial en ciernes
A pesar de los lazos culturales e históricos, la presencia de empresas españolas en Ecuador es aún muy limitada. Apenas una cuarentena de firmas nacionales, la mayor parte de ellas de gran tamaño, ya se han establecido en este mercado latinoamericano, principalmente en los sectores productivos más prometedores.

Es el caso de Repsol, que a través de YPF cuenta con un peso específico considerable en el sector petrolífero ecuatoriano y ha participado, entre otras empresas, en la construcción del oleoducto de crudos pesados concluido en 2003. También han abierto líneas de negocio Telefónica –gracias a una concesión de 15 años en el sector de la telefonía móvil–, Isabel y Albacora –industria consevera–, Santillana –editorial–, Iberia –transporte aéreo, con la creación de una línea directa de frecuencia diaria que sostiene la abundante emigración ecuatoriana establecida en España–, FCC –gestión de aguas– o Pescanova –industria camaronera–.

Otra oportunidad de negocio surgida de la llegada de nacionales ecuatorianos a España ha sido el establecimiento de alianzas entre entidades financieras de ambos países, de cara a facilitar el reenvío de remesas. En este ámbito se inscriben las alianzas selladas entre La Caixa, el Banco Popular o la Caja de Murcia con diversos bancos y cooperativas locales.

Más allá de estas operaciones concretas, la inversión española en el país andino sigue siendo casi testimonial. Según fuentes de Datainvex, los flujos de inversión nacional hacia Ecuador alcanzaron, de enero a septiembre de 2011, los 9,85 millones de euros, principalmente en los sectores del comercio al mayor e intermediario, al por menor y la fabricación de material de equipo. A falta de datos definitivos del cierre del curso, todo hace presagiar que se superarán los 10,38 millones que se invirtieron en el país en el conjunto de 2010.

En cuanto a las exportaciones, a la espera de acuerdos concretos que permitan a los productos españoles competir en el mercado ecuatoriano en igualdad de condiciones que otros países de la región andina, las cifras de 2011 arrojan un claro crecimiento (11,4%) en 2011 respecto al mismo periodo del año precedente. Así, de enero a noviembre, las ventas de productos españoles a este mercado alcanzaron los 230 millones de euros, siendo los bienes más demandados los pescados congelados, envases y embalajes metálicos y otros preparados alimenticios.

Fuente: ICEX



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