En los últimos años ha ido creciendo la demanda de productos ya no solo ecológicos, sino que también sean de cercanía, pues uno de los mayores costes y riesgos en la alimentación mundial, son los costes y riesgos de la distribución global. Son kilómetros y kilómetros los que algunos productos alimentarios realizan por tierra, mar o aire, miles de combustibles gastados en ello, gastos que se recargan a los productos, intermediarios con comisiones, impuestos aduaneros.

Toda esta logística se ha transmitido con el concepto “huella de carbono“ para explicar estos gastos de Co2 que se provoca. Se ha calculado incluso que hay más consumo de elementos contaminantes que en los que se pudieran producir al elaborar o transformar el propio producto en sí.

En el caso de Alicante gozamos de una de las zonas más sanas para el cultivo de la vid, pues el calor y sequedad de la zona durante todo el año, hace que haya pocas plagas y que el viñedo local esté mejor adaptado a ellas. Pero es que también el cultivo certificado ecológico se ha ampliado en la última década, siendo la zona más importante en la Comunidad Valenciana.

Algunas bodegas como Francisco Gómez o Bodegas Pinoso han liderado este crecimiento con una amplia zona de hectáreas; y han ampliado otras bodegas como Bocopa, Las Virtudes de Villena, Santa Catalina o Heretat de Cesilia. Cooperativas donde el trabajo de economía social se acompaña de esta valiosa protección medioambiental.

Este cultivo y elaboración de vinos en ecológico se ha ido acompañando de otros métodos para hacer vinos veganos, sin gluten, biodinámicos (demeter) y otras técnicas que buscan mayor respeto por el consumidor y la naturaleza.

Y además de eso, la alta densidad de población por residencias, turismo y un nuevo concepto de hostelería sostenible hacen que cada vez la presencia de Vinos Alicante DOP en la zona sea mayor. Esto es todo un reto que se ha ido venciendo tanto por esta responsabilidad, como por el reconocimiento de una calidad que es diferente y variada frente a otras zonas más conocidas del mundo del vino.

Una buena prueba de ello es el reconocimiento otorgado por la prestigiosa Guía Peñín.

No debemos olvidar las medallas Bachuss Oro y Plata obtenidas en la XVIII Edición del Concurso Internacional de Vinos, organizado por la Unión Española de Catadores se han entregado en el mes de marzo. En esta ocasión han referenciado unos 9 Vinos Alicante DOP de 5 bodegas, situando a la DOP en una excelente posición.

Llevar un vino con DOP Alicante a un supermercado o tienda de la zona es rápido y directo. Y pedir un vino en un restaurante debería ser un “must”, tal y como dirían un “foodie” actual o un “gastrolover” en términos de moda. O una “toma de conciencia” en términos de consumidores responsables – más especialmente en estos momentos, donde la economía de vecindad y el bien común se ha puesto tan en boga.

Pero más allá de esas etiquetas lo de que debe ser es un placer. El placer que sugieren esos vinos tan mediterráneos, expresivos, vinculados a nuestro clima y suelo, tan a nuestra historia y a nuestra gente. Vinos hechos aquí al lado, cercanos y naturales. Vinos “made in la millor terreta del mon” para la “millor gent del mon”.

Artículo publicado en http://diarioinformacion.com: https://www.diarioinformacion.com/tendencias/2020/07/25/cercania-sostenibilidad-son-vinos-alicante/2285616.html