En los últimos años, el consumo de carne en España ha mostrado una tendencia al alza, con un aumento significativo durante 2023. Según el ‘Informe del consumo alimentario en España 2023’, los españoles han incrementado la demanda tanto en el hogar como fuera de él, especialmente en lo que respecta a la carne fresca. Este incremento ha estado acompañado por una mayor demanda de productos cárnicos en diferentes formatos y preparaciones que forman parte esencial de la dieta mediterránea, tan característica en este país.

Uno de los aspectos más interesantes que arroja el informe es el aumento del 7,43 % en la ingesta per cápita de carne fresca, que se sitúa en 29,64 kilogramos por persona. Este dato revela que los españoles han incorporado 2,05 kilos adicionales en su dieta respecto al año anterior. Esta tendencia no solo afecta a la carne fresca, sino también a los embutidos y productos cárnicos, que siguen siendo una parte importante de la gastronomía española. Desde el tradicional jamón serrano hasta las salchichas y el chorizo, los embutidos son protagonistas en la mesa de muchos hogares.

Tipos más consumidos

El pollo se destaca como la opción preferida por los españoles. Su versatilidad, bajo coste y facilidad de preparación lo convierten en un alimento de elección tanto en recetas sencillas para el día a día como en platos más elaborados. Luego le siguen la de cerdo y la de vacuno, que, aunque en menor proporción, siguen siendo parte fundamental de la dieta. El cerdo se utiliza comúnmente en preparaciones tradicionales como la paella de cerdo, el cochinillo asado o el cocido madrileño, mientras que el vacuno se disfruta en guisos, filetes o estofados.

En los últimos años, también ha crecido la preferencia por algunas más magras, como el pavo, especialmente en aquellas personas que buscan mantener una alimentación equilibrada. La tendencia hacia una dieta saludable, sin dejar de lado el placer gastronómico, ha promovido este producto con menor contenido graso, lo que diversifica las opciones disponibles para los consumidores.

Platos populares en la gastronomía española

Es un ingrediente esencial en algunos de los platos más emblemáticos de la gastronomía española. Entre los más populares, el jamón ibérico ocupa un lugar privilegiado. Este producto, que se obtiene de cerdos criados en la península ibérica, es una verdadera joya gastronómica que se sirve en finas lonchas, tanto como aperitivo como en bocadillos o acompañando otros platos.

Otro clásico es el cocido madrileño, un plato tradicional que combina cerdo, vacuno y embutidos con garbanzos y verduras, cocinados a fuego lento para obtener un guiso lleno de sabor. Las tapas, tan características de la cultura local, también incluyen una amplia variedad de opciones, como las albóndigas, las croquetas de jamón o los montaditos de lomo. La carne, en sus múltiples presentaciones, está presente en cada rincón del país, desde las pequeñas tabernas hasta los restaurantes de alta cocina.

En las zonas costeras, como Galicia o el País Vasco, es común encontrar preparaciones de ternera a la parrilla o estofada, destacándose la chuleta de vaca gallega, un plato que ha ganado fama internacional por la calidad y su forma de preparación. En Andalucía, el rabo de toro, un guiso de vacuno con un toque especiado, sigue siendo uno de los platos más representativos de la región.

Formas de consumo y tendencias actuales

Además de los platos tradicionales, se ha adaptado a nuevas tendencias gastronómicas. En los últimos años, el auge de la cocina a la parrilla ha sido notable, con un número creciente de restaurantes especializados en cocinar a las brasas o al carbón. Esta forma de cocción realza el sabor natural y atrae a quienes buscan experiencias culinarias más auténticas.

“Trabajamos en estrecha colaboración con los mejores proveedores locales para asegurarnos de que cada pieza de carne que llega a nuestras manos cumpla con los más altos estándares”, comentan en IC Vicente.

El uso de este producto es un claro reflejo de la rica cultura gastronómica del país. Desde platos tradicionales hasta nuevas tendencias, la carne sigue siendo un componente central en la dieta de los españoles. El aumento en la ingesta, junto con la variedad de tipos y preparaciones, demuestra que, aunque evolucionan los hábitos alimentarios, esta sigue ocupando un lugar especial en la cocina.

Al mismo tiempo, es alentador ver que muchas personas están optando por una alimentación más consciente y sostenible, sin sacrificar el disfrute de los sabores auténticos de su tierra. Así, la gastronomía continúa adaptándose a los nuevos tiempos, manteniendo el equilibrio entre tradición e innovación, y ofreciendo a las generaciones futuras una cultura culinaria rica y diversa.