En la actualidad la profesión de la cerrajería está en tela de juicio y se ha ganado una mala fama por los abusos que supuestos profesionales del sector cometen con los clientes que demandan sus servicios. El cobro de cantidades desorbitadas de dinero ha obligado a muchos clientes a interponer demandas en los juzgados.

Esto ha provocado que muchas personas se lo piensen dos veces antes de contratar un servicio de cerrajería para su hogar o negocio. El estigma recae sobre la profesión en su conjunto, aunque los verdaderos profesionales, como Vicente Camarasa, cerrajero de Valencia, es el ejemplo perfecto de profesionalidad y rigor en el trabajo.

La falta de ética profesional lastra el sector

La existencia de falsos cerrajeros y estafadores que se han introducido en la profesión de la cerrajería están provocando malas opiniones y quejas de los consumidores. Para evitar caer en las redes de algunos de estos personajes, lo mejor es dejar el trabajo siempre en manos de profesionales de verdad, como los que podemos encontrar en cerrajerosvalencia10.com.

Vicente Camarasa afirma que abrir una puerta no cuesta ni 600 ni 1000 euros tal y como han denunciado muchos consumidores. Esta falta de ética y los abusos han provocado que algunos de estos casos salten incluso a programas de televisión. Además, se deja claro que un cerrajero profesional hace trabajos mucho más allá de la apertura de puertas.

Son profesionales especializados en aumentar la seguridad en hogares, locales comerciales y oficinas. Y, sobre todo, son profesionales que ofrecen siempre a sus clientes un presupuesto previo con el importe que va a suponer realizar el servicio demandado. De esta forma, el cliente puede aceptar o denegar la propuesta con toda la información en sus manos.

Miedo a llamar al cerrajero

Es importante que los cerrajeros sean profesionales acreditados por sociedades profesionales que avalen su veracidad como profesionales. Además, los cerrajeros deben contar con formación específica en el sector y actualizan sus conocimientos de forma constante para aplicar en su trabajo las últimas innovaciones en materia de seguridad que se lanzan al mercado.

El miedo a pagar facturas desorbitadas está presente entre la población ante el temor a ser estafado. Es importante contactar únicamente con profesionales acreditados evitando aquellos que dejan pegatinas en persianas y portales de viviendas sin una identificación profesional o de su empresa clara.

Si buscamos profesionales a través de Internet, debemos evitar los cerrajeros spam que bombardean a través de correo electrónico. Además, Vicente Camarasa aconseja que la web de cerrajería cumpla con algunas exigencias legales, como son los avisos legales en los que aparecen los datos de la empresa o profesional que oferta el servicio.

Es cierto que la imagen de los cerrajeros está en la actualidad muy deteriorada. Sin embargo, los profesionales experimentados y cualificados que ofrecen un servicio de calidad con un precio razonable siguen existiendo. Es normal que en situaciones de urgencia se encarezcan los servicios, pero nunca debe alcanzar los importes que los falsos cerrajeros obligan a pagar a quienes caen en su trampa.