Víctor Hugo nació el 26 de febrero de 1802 en Besanzón (Francia), con lo que el próximo año se celebrará el 220 aniversario de su nacimiento. Fue un dramaturgo, poeta y novelista, máximo exponente del romanticismo

Cuando era un niño, en su cuaderno escolar en 1816 escribió el siguiente verso: «Quiero ser chateubriand o nada».

La vida de Victor Hugo está repleta de curiosidades. Una de ella es su propio nombre, pues se le dio en honor a uno de sus padrinos, Victor Lahorie, quien terminaría siendo el amante de su madre y la causa principal del divorcio entre sus padres. Este hecho le causó una gran tristeza. Para tener la mente ocupada, decidió dedicarse a la escritura.

Su padre, Josep Leopold Sigisbert Hugo, era un general que llegó a convertirse en conde. Viajó en varias ocasiones a España por el trabajo de su padre, aunque finalmente su madre decidió internarlo a él y a su hermano en un colegio religioso.

Víctor Hugo, pintor

Una de sus pasiones en la infancia era pintar, de hecho, empezó con este tipo de arte antes que la escritura y fue una afición que tuvo durante toda su vida. Se dedicaba a pintar en cualquier lugar para distraerse, canalizar sus ideas y encontrar paz interior.

Además de buscar la paz con la pintura, era una persona revolucionaria para su época, pues estaba totalmente en contra de la pena de muerte. Esto se ve reflejado en su obra El último día de un condenado, escrita en 1829. Muchas de sus lectores veían con horror este pensamiento crítico y diferente.

Con respecto al amor, en 1833 inicia un romance de un año con Juliette Drourt, una conocida actriz y le dedica varios poemas. No obstante, no fue la única amante del escritor. Poco a poco se fueron descubriendo otras tantas.

Una de las noticias que más le destrozaron en la vida a Victor Hugo fue que su hija Leopoldine murió trágicamente y su padre se enteró al leer la prensa. Esta murió ahogada en el río Sena, cuando el barco en el que viajaba junto a su marido se hundió.

Finalmente, Victor Hugo muere el 22 de mayo de 1885 tras padecer una neumonía. Dejó una gran suma de dinero destinada para los pobres, pero lo que más dejó fue un gran vacío en el mundo, pues más de dos millones de personas fueron a verlo mientras su ataúd se encontraba bajo el Arco del Triunfo. Fue enterrado en el Panteón de París.

Victor Hugo nos ha dejado un gran legado no solo en la literatura francesa, sino también como parte de la literatura universal.