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Autónomo societario: definición y funciones

En la sociedad actual, la palabra autónomo parece ser que ha entrado a formar parte de nuestra jerga habitual, si bien el concepto encierra muchos matices y formas jurídicas más complejas que van más allá que la de su mera identificación con la de trabajador por cuenta ajena. Este es el caso del autónomo societario, una figura un tanto más compleja, y que vamos a explicar de una manera clara y sencilla.

¿Qué es un autónomo societario?

Un autónomo societario es aquel que desempeña un trabajo por cuenta propia a través de una sociedad de carácter mercantil en cualquiera de sus formas: limitada, anónima, colectiva o comanditaria. Puede ejercer funciones de dirección o de gerencia, como el caso de una gestoría, donde puede ser administrador o consejero, o ser un socio o trabajador.

La constitución de una sociedad mercantil: el alta como autónomo societario

Para la modalidad de autónomo que presta sus servicios mediante una sociedad, esta debe ser debidamente inscrita en el Registro Mercantil. De tal modo, la responsabilidad patrimonial queda limitada a la actividad que derive de ella, sin extenderse al caudal privativo de los socios que la constituyen. Es una figura altamente recomendable en los casos en los que se van a prestar servicios de manera conjunta a otras personas que también son autónomas. Así, tendremos una sociedad:

  1. Compuesta por autónomos.
  2. Con denominación social, estatutos propios y documento constitutivo.
  3. Que tributa mediante el Impuesto sobre Sociedades.

¿Tengo la obligación de ser autónomo societario?

Sí, se obliga a que las personas que se encuentren en determinados supuestos se den de alta como autónomos societarios, todo ello dependerá de factores como las funciones que ejerzan o el porcentaje del capital que ostenten. Estarán obligados:

  • Socios que ejercen funciones administrativas, trabajan efectivamente en la sociedad y percibe remuneración por ello.
  • Socios con el 25 % del capital de la sociedad y ejerzan funciones de dirección.
  • Socios con el 33 % del capital de la sociedad y trabajen efectivamente en la empresa.

Esta alta debe ser de obligado cumplimiento, tanto para empresas físicas como empresas que hayan elegido el e-commerce para ejercer su trabajo, como es el caso, por ejemplo, de una gestoría online.

Especificaciones en la cotización de los autónomos societarios

Para poder cotizar en la Seguridad Social, es imprescindible darse de alta, presentando la documentación pertinente (modelo 036).

En cuanto a la base de cotización mínima del autónomo societario, la tarifa normal resultante de aplicar el 30.6 % a una base mínima es superior a la del resto de autónomos:

  • Autónomo no societario: 293,94 euros al mes (sobre la base mínima de 1234,86 euros).
  • Autónomo societario: 377,87 euros al mes (sobre la base mínima de 960,60 euros).

¿Puede beneficiarse un autónomo societario del beneficio de la tarifa plana?

La tarifa plana consiste en el pago de una cuantía de 60 euros durante el primer año de establecimiento como autónomo. No obstante, este beneficio estaba vetado a los autónomos societarios, colocándolo en clara situación de desventaja frente a los autónomos no societarios. Por eso, desde septiembre de 2020 se reconoce el derecho a acogerse a este tipo de tarifa, aunque con alguna salvedad:

  • La tarifa plana de un autónomo societario dependerá de su base de cotización.
  • Se aplicará una reducción del 80 % sobre la base mínima de cotización.

Así, para un autónomo societario que tenga una base mínima de cotización, su tarifa plana supondrá una cuantía de 85 euros (que sigue siendo más alta que la de un autónomo no societario).

 

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