DINSA aconseja evitar la mala praxis en la Certificación Energética de Viviendas Energía y Medio ambiente 28 noviembre, 201314 febrero, 2015 El fraude más habitual es no visitar el inmueble, no realizar pruebas in situ y hacer responsable al propietario de los datos aportados Entre las recomendaciones de DINSA están la de revisar la normativa en la que se desarrolla el proceso de certificación y la publicación de las tarifas oficiales reguladas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en el BOE el 19 de noviembre de 2013 y exigir su aplicación DINSA, primera empresa TIC certificada por AENOR en suministros e instalación de equipamientos de eficiencia energética, ha detectado casos en los que empresas o profesionales, reales o supuestos, están realizando certificados energéticos que infringen la legislación y pueden implicar a los propios consumidores. Según la compañía, el proceso de certificación tiene dos bases: una tecnológica, uso de programas adecuados, y otra humana, que es en la que incide Luis Cabrera, responsable de eficiencia energética de DINSA, al afirmar que “de media, el estudio para la certificación energética necesita alrededor de 5 horas de trabajo para realizarse con garantías. Dentro de ello, entraría la visita al inmueble, la recogida y tratamiento de los datos, el análisis pormenorizado, las propuestas de mejora y otros trámites. Si multiplicamos estas 5 horas por el salario