Hoy se celebra el Día Mundial del Glaucoma, que es la segunda causa de ceguera irreversible en los países desarrollados. El glaucoma se produce por la falta de drenaje de los fluidos oculares, por lo que aumenta la presión del ojo disminuyendo la calidad de visión. Se estima que el glaucoma afecta a 1 millón de personas en España, y la mitad de los afectados desconoce que padece esta enfermedad, ya que muchas veces el glaucoma no produce síntomas hasta que la patología está muy avanzada y hay una pérdida de visión irreparable. Un 90% de la ceguera que provoca el glaucoma podría evitarse mediante la detección precoz y un tratamiento adecuado. La prevención es tan sencilla como acudir al oftalmólogo o a una óptica de confianza donde pueden medir la presión intraocular. Este control debería realizarse de forma periódica cada año al cumplir los 40,  o dos veces al año en caso de tener antecedentes familiares. El profesional que diagnostica y trata el glaucoma es el oftalmólogo, pero actualmente en España el óptico optometrista tiene un papel muy importante, ya que muchas veces es el profesional al que primero acude el paciente. Por eso es fundamental que el óptico este preparado para