Los embalajes sostenibles son esenciales para aquellas compañías que producen productos biológicos. Todas comparten su afán por conservar el medioambiente con empresas como Smurfit Kappa, que diseña y fabrica soluciones ecológicas reciclables, renovables y 100% biodegradables, adaptadas al producto fresco, bio y ecológico para no desperdiciar materia prima de forma innecesaria, lo que permite reducir los residuos y la contaminación. Además, el hecho de que sean reutilizables minimiza la cantidad de emisiones de CO2 que se liberan a nuestro entorno. Todos los embalajes ecológicos destacan por estar fabricados con materias primas que pueden reciclarse y cuyo proceso de producción minimiza la huella de CO2. Requisitos que cumplen a la perfección los fabricados en cartón ondulado, que pueden reciclarse en hasta siete ocasiones y cuya materia prima (el papel) proviene de la madera, material orgánico que se descompone de forma natural en nuestro entorno sin afectarlo de forma negativa. Por eso son la mejor alternativa al plástico de un solo uso. Además, al contrario de lo que puede llegar a creerse, este tipo de soluciones provienen de plantaciones locales, controladas y certificadas por organismos tan prestigiosos como el Forest Stewardship Council (FSC®), una gran garantía y tranquilidad para los clientes de Smurfit