Cada año, antes del éxodo vacacional, las autoridades y expertos en la materia advierten sobre las graves consecuencias que podría tener para los usuarios de vehículos a motor la falta de mantenimiento y revisiones. Con ello no pretenden sino alentar a la población en general a que realicen una adecuada puesta a punto de sus vehículos, que tiene por único fin salvar vidas. Sin embargo, y pese a que el adecuado mantenimiento de los automóviles es siempre necesario e imprescindible para evitar daños, lo cierto es que este año, si cabe, su importancia ha aumentado. Y es que, tras las largas semanas de confinamiento, y con la llegada de una nueva normalidad que se aleja bastante de la vida que se tenía antes de la llegada del coronavirus, muchos vehículos permanecieron totalmente parados, lo que ha dado lugar a los típicos problemas con la batería y los neumáticos, fundamentalmente. En cualquier caso, ya es verano, y la ausencia de restricciones de movilidad por todo el territorio nacional y también la zona Schengen ha motivado que muchos se planteen volver a la plena normalidad disfrutando de lo que viene siendo habitual en esta época, es decir, las vacaciones de verano. Por ello, y tal y