Las nuevas tecnologías hicieron su incursión hace ya algunos años y no han parado de ganar terreno desde entonces. Y es que, no cabe duda de que han aportado multitud de beneficios a una amplia gama de sectores, consiguiendo facilitar las tareas desarrolladas en muchos casos, reduciendo el tiempo empleado en los procesos y consiguiendo con ello un enorme ahorro de tiempo, y por lo tanto, de recursos. “Las nuevas tecnologías han contribuido a generar empleo, su rápido desarrollo ha provocado que cada vez sean más los que las emplean como medio para ganarse la vida. Sin embargo, y como en casi todos los ámbitos de la vida, también tienen su parte negativa” comentan desde General Risk. Y es cierto, el pasado mes de septiembre el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) perteneciente al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social publicó un documento técnico que lleva por título “La prevención de los efectos sobre la salud derivados del trabajo sedentario en jóvenes asociado a las nuevas tecnologías” mediante el cual deja patente que el estilo de vida de la sociedad moderna es el origen de un conjunto de enfermedades no transmisibles que suponen nuevos peligros para