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La Generalitat autoriza la construcción de una nueva subestación en Cullera

La Conselleria de Ecomonía, Industria y Comercio ha autorizado la construcción de una subestación eléctrica de 220/20 kV denominada ST Brosquil, en Cullera. 

Esta nueva infraestructura eléctrica supondrá una inversión total de 9,72 millones de euros, de los que 5,38 millones serán aportados por Iberdrola y los 4,33 restantes por Red Eléctrica de España (REE). 

Según ha explicado el director general de Energía, Antonio Cejalvo, la finalidad de la nueva subestación es «dar respuesta a la saturación existente, hacer frente a los crecimientos de la demanda en la zona y atender los nuevos suministros, tanto del sector residencial como industrial». 

Hay que destacar que la actual capacidad de carga existente a través de la única subestación de reparto resulta insuficiente para la alimentación de esta zona por las demandas existentes en actuaciones urbanísticas y residenciales, en particular para el municipio de Cullera.

Con esta nueva infraestructura eléctrica se garantizarán las necesidades de aumento de potencia y mejora de la calidad de suministro en esta área. Asimismo, contribuirá a mejorar el mallado de la red de transporte, el apoyo a la distribución y la evacuación de la generación procedente de instalaciones de energías renovables.

Cejalvo ha hecho hincapié en que «la calidad del suministro se mejora mediante una generación suficiente y cercana a los puntos de demanda y a través del reforzamiento de las infraestructuras de transporte y distribución eléctricas, que deben ser mejoradas de forma continua». 

En este sentido, ha resaltado el esfuerzo que está realizando la Generalitat para impulsar todas aquellas infraestructuras que permitan hacer frente a los aumentos producidos y previstos.

«Fruto de esta planificación -ha continuado- la calidad del suministro eléctrico de la Comunitat está mejorando notablemente; en concreto, en 2011 ha mejorado un 16% y en los últimos cuatro años un 62%». 

La subestación eléctrica ST Brosquil constará de dos edificios de hormigón armando compartido entre REE e Iberdrola en los que se instalarán los sistemas eléctricos tanto de 220 kV como los de 20kV, asimismo se ubican los equipos de control, protección y comunicaciones.

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