La gran fama mundial que se han granjeado los cocineros españoles ha generado que nuestra gastronomía cruce fronteras y coseche éxitos en mercados que, en el pasado, habíamos sido prácticamente desconocidos. La repercusión de la alta cocina española en la prensa nos está abriendo nichos como Suiza, plataforma idónea para las empresas españolas del sector gourmet gracias al elevado nivel económico del pueblo helvético.

El país alpino cuenta con una de las economías más prosperas y desarrolladas del planeta y la renta rer cápita anual por habitante es de 52.000 euros, una de las cifras más elevadas a nivel mundial. Con un mercado de reducidas dimensiones –tan sólo ocho millones de habitantes- la población está muy concienciada sobre la adquisición de productos de calidad y, especialmente, en el sector agroalimentario, del que se decanta primordialmente por consumir productos de gama media alta y alimentos biológicos.

Aunque a las empresas españolas del sector gourmet le queda mucho trabajo por hacer para poder posicionarse en el mercado suizo, las cifras de 2011 sobre nuestras exportaciones agroalimentarias han sido muy positivas, pese al periodo de crisis y superaron los 312 millones de euros, un 3,94% más que en el ejercicio anterior. El potencial que ofrece Suiza a las empresas españolas ha llevado al Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Berna, a celebrar la segunda edición de la exposición-degustación de productos gourmet Spanische Feinkost, que tendrá lugar en Zurich el próximo 3 de septiembre. El objetivo de esta muestra es poner en contacto directo a las empresas españolas con distribuidores helvéticos, a la vez que es un instrumento para apoyar y reforzar la imagen de nuestros alimentos gourmet en Suiza.

Mónica Lourido, responsable del departamento de Vinos de la Oficina Económico y Comercial de la Embajada de España en Berna, nos comenta, en el marco de Alimentaria 2012, celebrada esta semana en Barcelona, que «a la hora de pensar en Suiza tenemos que considerar el gran potencial de este mercado y tener muy presente que los consumidores helvéticos están muy acostumbrados a consumir alimentos de gama alta». En la actualidad el país cuenta con 200 empresas catalogadas como importadoras, de las que el 25% adquieren productos españoles. «Además, es un mercado muy maduro y concentrado, que prácticamente en lugar de crecer lo que hace es que cambiar los productos».

Un próspero camino
Los productos más demandados habitualmente en la categoría gourmet en Suiza son los transformados cárnicos, las conservas -vegetales, pescado y marisco-, los quesos, la confitería, los aceites y las salsas. No debemos olvidar que para poder penetrar en este segmento del mercado helvético los productos agroalimentarios deben reunir una serie de características para tener éxito en su camino por darse a conocer.

Los criterios de diferenciación de los alimentos «premium» frente a otras gamas en el mercado suizo se resumen a través de tres pilares: presentación, calidad y exclusividad. “Lo primero que capta la atención de los clientes es la presentación del producto, como un envase de diseño exclusivo o de materiales poco habituales” comenta Sonia Lourido; mientras que la calidad y la exclusividad, se pueden medir por parámetros como la producción limitada, la denominación de origen o que el producto sea biológico -Suiza es el mayor mercado por consumo per cápita de productos ecológicos-.

A parte de los vinos españoles, que cuentan con un gran respeto entre los consumidores suizos, el aceite de oliva es nuestro producto más demandado en el país por el momento. Aunque bien es cierto que prácticamente es desconocido frente a sus competidores italianos, poco a poco nos estamos posicionando entre los selectos clientes y en el último año hemos logrado incrementar nuestras exportaciones en torno al 2,71%.

El producto estrella en la gastronomía suiza es sin lugar a dudas el queso, del que son el quinto consumidor a nivel mundial y de los que aproximadamente el 20% procede del exterior. De las exportaciones totales de queso español durante 2011 tan sólo el 1,5% tuvieron por objetivo el mercado helvético; aunque esta cifra se ha incrementado un 10% frente al ejercicio anterior y la facturación superó los 3,29 millones de euros.

En Suiza no se elaboran transformados cárnicos similares a los de nuestro país -jamón, salchichón, etc.-, aunque sí existe una producción nacional de carne seca, entre los que destaca la denominada Grisones -que se utiliza como entremés o acompañante para la fondue de queso-. Con respecto a los productos derivados del porcino, y más concretamente del jamón, Suiza es el décimo importador mundial, adquiriendo principalmente piezas deshuesadas, aunque en este nicho, la marca Italia vuelve a ser nuestro gran competidor, ya que sus productos son los que más se asemejan a la nuestra y además cuentan con la ventaja de la gran influencia culinaria de la península itálica sobre su vecina fronteriza.

Los gustos gastronómicos entre los consumidores suizos son muy variados y combinan tendencias alemanas, francesas e italianas. Entre los productos básicos que nunca faltan en la dieta helvética destacan las carnes de calidad y el queso. Además, la población helvética da muchísima importancia a la alimentación sana, característica fundamental a la hora de decantarse por uno u otro producto gourmet para añadir a la cesta de la compra.

Fuente: ICEX