Nuevas fórmulas para nuevos tiempos. El modelo social se impone y los proyectos buscan su financiación en la red a través de pequeños mecenas que, convencidos del poder de la unión de personas que no guardan necesariamente ningún vínculo entre sí, los apoyan económicamente. Es el “crowdfunding”.

Puede que sea una respuesta social a una situación de crisis, o una fuerte voluntad de cambio canalizada desde plataformas sociales con fines más o menos lucrativos (se quedan con un porcentaje del dinero recaudado), pero en cualquier caso si supone una alternativa viable para emprendedores creativos.

Rodar cortos, publicar libros, editar música, promover conciertos, proyectos solidarios u otras tantas ideas que no podrían ver la luz si no fuera mediante el apoyo de éstas pequeñas aportaciones que, a cambio, reciben algún tipo de beneficio económico o “en especias”.

Daniel Parente, describe en su blog algunas de las plataformas que están funcionando actualmente en España:

Esta gran hucha, éste enorme bote donde cada usuario aporta su pequeña cantidad para promover los contenidos que consumirá más tarde, cuando la idea creativa se haya convertido en una realidad palpable, o durante el proceso de gestación (opinando o aportando) no es otra cosa que el triunfo de lo pequeño, la fuerza del pensamiento colectivo, el valor de la colaboración social.

Convertirte en productor desde 10 €, en un mecenas de las artes por muy poco dinero, aporta un nuevo punto de vista al panorama cultural al margen de los circuitos y la industria oficiales. Habrá que probarlo.