La sabana de Bioparc muestra estos días algunos momentos realmente espectaculares: las jóvenes elefantas barritan ante Kibo, uno de los pocos sementales de elefante africano de Europa, mientras los dos cachorros de león de apenas 2 meses juegan incansables y las crías de suricata son el centro de atención de la manada.

Miércoles, 16 de octubre de 2013.- Este año el otoño ha llegado a Bioparc con un repertorio de imágenes que nos trasladan al continente africano. El primer encuentro de las jóvenes elefantas con el imponente macho reproductor Kibo parece haber aumentado la temperatura de la sabana valenciana y los primeros visitantes podían escuchar el característico barritar de los paquidermos. Todo ello es fruto de un importante programa de reproducción del elefante africano de sabana (Loxodonta africana) a nivel europeo (EEP).

Los enormes baobabs que presiden Bioparc son los únicos que ahora pueden “competir” con Kibo, pues con 3,5 m de altura y casi 6.000 Kg de peso, su presencia es impactante. Europa solamente cuenta con una decena de sementales probados y Valencia alberga a uno de ellos. Tras su llegada, la aclimatación está siendo excelente y esta semana ha comenzado a compartir el recinto exterior con sus nuevas compañeras. Cada mañana puede contemplarse junto con algunas de las seis hembras que alberga la institución valenciana, que de momento se muestran muy interesadas en él.

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El tamaño sí importa, y mucho, en esta especie, la mayor de las tres especies de elefante que viven hoy día. A la hora de elegir pareja, las elefantas prefieren a los enormes machos adultos de al menos 30 años de edad, ya que éstos transmitirán genes de «superviviente» a su descendencia. Y Kibo cumple con creces este requisito, ya que cuenta con la edad y experiencia necesarias, y dobla en peso y volumen a la mayor de las elefantas valencianas.

Y la vida también ha explotado en la familia de leones, con el esperado nacimiento de dos preciosos cachorros de León de Angola (Panthera leo bleyenberghi), macho y hembra, que comienzan a explorar la zona exterior y ya se les ha podido observar bebiendo por primera vez en la ría o imitando gestos adultos con sus pequeñas zarpas felinas.

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Además, la querida familia de suricatas (Suricata suricatta) también ha crecido con 5 nuevas crías, que juegan, excavan sus túneles y ya han aprendido a colocarse erguidas como sus semejantes adultos.

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