Cualquier época del año siempre es buena para hacer una escapada a Lisboa, la bella capital portuguesa. Aunque la temporada ideal para hacerla es el verano, los puentes –como el de la Constitución–, los fines de semana o Navidad y Año Nuevo son una alternativa perfecta a los viajes largos, que te permitirán conocer la ciudad a un precio low cost.

Galardonada recientemente por los Premios Amadeus & WTM Travel Experience como el mejor destino económico para un “City Break”, la “Ciudad de las Siete Colinas” cuenta con un sinfín de atractivos turísticos, que pueden visitarse de forma gratuita o a muy bajo coste. Además, sus bares, restaurantes y alojamientos te permitirán conocer, a través de su gastronomía y costumbres, la verdadera alma de Lisboa.

Una alternativa a los caros hoteles son los hostales de Lisboa, de los cuales cuatro de ellos lideran los mejores hostels del mundo, según los premios otorgados por Hostelworld: Yes! Lisbon Hostel, Home Lisbon Hostel, Travellers House y Living Lounge Hostel. Su buena relación calidad/precio, su localización, seguridad, limpieza, equipamientos, ambiente y la amabilidad del personal hacen de ellos los lugares perfectos en los que alojarse durante una escapada de pocos días.

Asimismo, los hoteles de Lisboa ofrecen unos precios muy atractivos en comparación con el resto de ciudades europeas, que te permitirán vivir el lujo en la ciudad a un bajo coste. Además, los hoteles de la capital lusa están entre los más asequibles de Europa, con una media nacional de una habitación estándar doble de 85 euros por noche.

Para conocer la ciudad, lo mejor es recorrerla a pie, en bici o a bordo de sus tranvías. Con el característico sonido de sus campanas y su color amarillo, el tradicional tranvía lisboeta es el vehículo más utilizado de la ciudad, además de ser considerado como una de sus principales atracciones turísticas. Si hay una ruta que permite al visitante hacerse una idea completa de la ciudad, es la del famoso Tranvía 28, que desde la plaza Martim Moniz y hasta el Cementerio de Prazeres, atraviesa los históricos barrios de Graça y Alfama, o por los distritos más elegantes como Chiado Estrela y Campo de Ourique, combinando en un recorrido de diez kilómetros la Lisboa histórica y la contemporánea. Además, el tranvía es un transporte que ofrece numerosas ventajas, como el precio (el billete sencillo cuesta 1,30 euros y la tarjeta de un día con viajes ilimitados 3,80 euros) y la amplitud de horarios (circula todos los días de  06.00 a 01.00 horas).

En cuanto al transporte, es destacable que en el año 2012 se amplió la línea roja de metro 3,3 kilómetros, conectando el Aeropuerto Internacional con la estación ferroviaria de Oriente. De esta manera, se facilita el acceso al aeropuerto, ya que antes sólo se podía acceder en taxi o en aerobús.

Otra forma de conocer Lisboa es con la Lisboa Card, una tarjeta que, por lo general, permite viajar de forma ilimitada en los autobuses Carris, tranvías, funiculares, metro y líneas de tren (Rossio-Sintra-Rossio y Cais do Sodré-Cascais-Cais do Sodré), así como entrar gratuitamente a 25 museos, edificios históricos y muchos otros lugares interesantes. Puede adquirirse en cualquiera de las oficinas de Turismo de Lisboa situadas en el aeropuerto, la Palacio Foz en la Plaza de los Restauradores, Lisboa Welcome Centre en la Plaza del Comercio, la estación de Santa Apolonia, en la Calle Augusta y en el quiosco de Belém. Su precio varía dependiendo del tiempo para el que se quiera comprar la tarjeta: 18,50 euros para un día; 31,50 euros para dos días; y 39 euros para tres días.