Más de un centenar de asistentes, entre empresarios, políticos y profesionales, han participado hoy en la jornada de Mindfulness que ha organizado CIERVAL y presentado su presidente, José Vicente González. 

Según ha explicado Thaïs Capella, directora de relaciones institucionales de CIERVAL, psicóloga clínica e instructora de mindfulness por la Universidad de Massachusetts, el Mindfulness o “atención plena” es un estado natural que se puede potenciar con técnicas científicamente probadas, que ayuda a regular las situaciones de estrés emocional y aumenta nuestro bienestar en general y que tiene un amplio campo de aplicación en el ámbito de la empresa.   

Gracias a la neuroplasticidad cerebral el entrenamiento en Mindfulness genera y fortalece redes neuronales que favorecen la claridad mental, la visión estratégica, la calidad en la toma de decisiones y la concentración. Además, su práctica fomenta cualidades como la paciencia, la amabilidad, la tolerancia, la ecuanimidad, y sobre todo la empatía, valores imprescindibles para dirigir y cohesionar equipos.

La práctica de Mindfulness se aplica cada vez más en el campo del liderazgo y la empresa. Una cuarta parte de las grandes empresas de EEUU, como Google, Procter & Gamble, Apple, Facebook, General Mills, Unilever o Ford Motors Company, ya han puesto en marcha iniciativas de Mindfulness y reducción del estrés. En Europa cada día son más las empresas y pymes que lo integran para mejorar el ambiente laboral, las relaciones interpersonales en la empresa y la forma de gestionar conflictos.

Por otro lado, en el transcurso de la jornada, Luis Moya Albiol, neurocientífico y profesor de la Universitat de Valencia ha presentado su último libro “Empatía en la empresa” en el que afirma que «el modelo competitivo está cambiando hacia otro más cooperativo, en el que se tiene en cuenta a las personas, sus emociones y sus circunstancias, sus intereses y capacidades, y sobre todo su satisfacción e implicación con el trabajo y su entusiasmo y felicidad en el día a día. Ello no es posible si no existe empatía. Es fundamental contar con líderes empáticos, tanto en grandes y medianas empresas como en el pequeño negocio, para estar cara al público, para que funcionen las relaciones entre compañeros, para que podamos entender a nuestros superiores. Y todo ello va a plasmarse en beneficios sociales y económicos, las personas nos sentimos mejor en el trabajo y nos implicamos más, el trabajo se optimiza y mejoran los resultados, la productividad y los beneficios”.