El aceite de oliva español pertenece a un sector que está en el corazón de la economía, la cultura, la gastronomía y la imagen global de España. No hay que olvidar que España es el primer país productor mundial de aceite de oliva, con una producción media anual de 1.300.000 toneladas, llegando a alcanzar 1.848.000 en recientes campañas.

Éste es uno de los motivos de la necesidad de devolver el valor y la calidad al producto, revitalizando este sector y aprovechando el aumento de las exportaciones en estos últimos años. Hoy en día existen varias asociaciones que son un claro ejemplo de esta iniciativa cuyo objetivo es la revalorización del producto.

Un gran número de turistas prueban los aceites de oliva por primera vez durante sus estancias en nuestro país. Una experiencia que los acompaña cuando vuelven a sus lugares de origen generando una demanda creciente de este oro líquido español.

Las exportaciones de envasado han incrementado de forma espectacular, habiéndose triplicado en los últimos cinco años y continuando su tendencia al alza; si bien es cierto, que España aún exporta un gran porcentaje de su aceite a granel.

Si hacemos un repaso de las exportaciones de este último periodo vemos por ejemplo que Estados Unidos alcanzó las 28.585 toneladas durante el primer trimestre de 2019, un 47% más que en el mismo período del año anterior. De este modo, España se posiciona durante cinco años como un líder consistente en el mercado norteamericano de los aceites de oliva.

Estados Unidos es uno de los países que más aceite de oliva importa, pero también hay que destacar que Japón ha aumentado sus compras de aceite de oliva en determinados periodos, junto con China, Brasil, Australia y Rusia.

En los primeros meses de este año, el aceite de oliva andaluz cuya producción es del 80% a nivel nacional ha sido el producto más exportado a países del sudeste asiático con un aumento del 16% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

El sector oleícola nacional e internacional ha experimentado en los últimos años, una extraordinaria transformación que ha obligado a las almazaras a pasar de ser sencillos centros de transformación, a verdaderas industrias agrícolas con una alta competencia tecnológica. La maquinaria oleícola ha sido uno de los ejes sobre los que ha girado este desarrollo porque, sin la aportación de ésta, la olivicultura no habría soportado tal desarrollo.

Gracias a ser el primer país productor mundial tenemos empresas fabricantes de maquinaria que son líderes en innovación y que están incluso exportando maquinaria para la elaboración y comercialización de aceite de oliva en otros países.

Agroisa lleva más de 25 años al frente de esta evolución, fabricando y comercializando limpiadoras y lavadoras de aceitunas, sistemas compactos de limpieza y lavado, cintas transportadoras, tolvas de almacenamiento y silos, sistemas de pesaje, y cualquier otro equipamiento que ha hecho más fácil y efectiva, la producción del Aceite de Oliva.

Países como Portugal y Chile importan desde Agroisa maquinaria oleícola incluyendo su instalación con unas cifras nada desdeñables, pero también Marruecos, Israel, Francia e Italia entre otros, importan los productos y servicios de esta empresa.