La consellera de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, Maritina Hernández, ha destacado «la diferenciación de la clóchina de Valencia le otorga un valor añadido al producto, que cada vez gana más espacio en el mercado de la alta restauración». 

La Consellera ha participado hoy en el acto de inicio de la campaña de la clóchina que se ha celebrado en el puerto de Valencia, donde ha expresado su apoyo al sector «por su dinamismo, logrando un producto con una imagen de marca consolidada». 

«La clóchina de Valencia es única en el mundo por su localización geográfica, por sus métodos de cultivo, una mínima pero minuciosa manipulación y escaso procesado en el acondicionamiento de la cosecha, que lo convierte en natural, fresco, artesano y en un producto de temporada de primera calidad», ha añadido.

Estos condicionantes origina un molusco diferente de aspecto y de sabor más intenso y sabroso que el mejillón, un producto de proximidad que es muy apreciado por el consumidor local y que está entrando con fuerza en el segmento gourmet, ampliando así las expectativas de sus productores.

Precisamente, la Consellera ha subrayado el impacto económico y social del cultivo de este bivalvo, que proporciona directamente empleo a 100 familias valencianas y de forma indirecta a más de 600 personas, que se estructuran a través de la Agrupación de Clochineros de los Puertos de Valencia y Sagunto, donde se ubican las 22 bateas de la Comunitat Valenciana.

Respecto a la campaña actual, se alcanzará una producción de 350 toneladas, frente a las 300 toneladas de la campaña anterior, con una calidad del producto excelente, debido la ausencia de factores externos desfavorables y al crecimiento de la nueva generación de la clóchina en dispositivos de autoabastecimiento de semilla. Su valor total en el mercado se situará en 1,75 millones de euros.

La Consellera ha recordado que la clóchina es un ingrediente tradicional en los platos más representativos de nuestra gastronomía y, por tanto, un exponente de una cultura de consumo saludable que representa la dieta mediterránea, en la que los productos frescos del mar tienen protagonismo.

Cabe señalar que, entre sus propiedades nutricionales, la clóchina de Valencia es rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.

Este cultivo se mantiene con el mismo sistema productivo que en sus inicios, a finales del siglo XIX, permitiendo que el molusco desarrolle un ciclo biológico largo durante un cultivo reposado, basado en las estaciones, mareas y condiciones del agua del mediterráneo, que proporciona una cosecha limitada a tres meses al año.