La crisis económica vivida en los últimos años provocó que muchos técnicos con perfil técnico en el campo de la construcción (arquitectos, arquitectos técnicos e ingenieros) reciclaran su actividad profesional hacia el mundo de la reforma e interiorismo.

Dese que en 2007 diera comienzo la crisis económica que durante casi una década a afectado a la economía nacional y, especialmente, al sector de la Construcción desde sus inicios, muchos profesionales con formación y perfil técnico vieron en el campo de las reformas una salida profesional, bien con la constitución de sus propias empresas de reformas o la incorporación a estructuras ya consolidadas, ante la demanda que se produjo ante el abaratamiento de los inmuebles y la necesidad de buscar un empleo ante la falta de inversión pública y privada en obra nueva y pública.

Actualmente siguen teniendo gran demanda la ejecución de trabajos de renovación y reforma en el hogar y más aún cuando se trata de la planificación y desarrollo de obras de reformas integrales en pisos, casas, apartamentos,… ante lo que parece sigue siendo una buena situación para la compra de vivienda en Valencia y toda su provincia.

De esta forma la fisonomía de la empresa de reformas ha cambiado hacia estructuras más profesionalizadas con las integración de un importante ‘staff’ técnico, tanto en su parte directiva como técnica.  Quedan atrás las empresas de reformas generales o pequeñas constructoras que antaño estaban, en esencia, dirigidas por personal de obra (oficiales de 1ª, fontaneros,…) que por iniciativa propia y dada la demanda de clientes habituales habían decidido constituir sus propias empresas de servicios de reformas globales.

Por tanto, un servicio tradicionalmente vinculado a la ejecución de un listado de partidas o trabajos siguiendo criterios muy vinculados a los deseos del cliente, del propio ejecutor (albañil, electricista, carpintero,…) o lo que «siempre se ha hecho«, sin pararse a reflexionar los actores implicados en aquellos puntos que influyen en la ejecución de cualquier tarea en una reforma por pequeña que sea.  Se había convertido por tanto la actividad de las reformas  en un ejercicio estricto de ejecución, dejando a un lado aspectos que, en otros sectores de la Construcción, se dan de forma sistemática: estudios previos y de propuestas, diseños, asesoramiento en elección de materiales, gestión y dirección durante las obras, control de calidad de la ejecución, etc.

Este cambio no viene únicamente motivado por la incursión de perfiles técnicos en el mundo de la reforma si no también por clientes cada vez más exigentes que entienden que un proyecto de reforma tiene una componente de gestión técnica muy importante como la tiene cualquier proyecto de obra nueva, al tratarse de una transformación completa de una vivienda, salvo en lo que respecta a estructura y coberturas (fachadas y tejados) del inmueble.

Además se da un hecho muy importante como es el que muchos compradores de viviendas no residen en las ciudades en las que adquieren éstas, bien por inversión bien por búsqueda de una segunda residencia a un precio bajo, con lo que cualquier trabajo de reforma general o integral del nuevo inmueble requiere de un empresa que pueda coordinar, desde el inicio, todas las actividades y tareas necesarias y, además dar cuenta de ellas a los clientes que no pueden visitar a diario su reforma.

Esa puesta en valor del servicio integral de gestión de una obra de reforma no se centra solo en aspectos tan relevantes como la calidad, el cumplimiento de lo estipulado técnicamente y el de  plazos si no también en proporcionar a los clientes una experiencia positiva ante lo que para muchos es, en ocasiones, un auténtico quebradero de cabeza: la reforma de su hogar.

De esta forma las empresas de reformas integrales están apostando de forma decidida, ya sea para un proyecto completo de renovación de una vivienda o para la simple sustitución de una bañera por plato de ducha, por dotar a sus trabajos de dicho valor añadido y proporcionar a sus clientes de procedimientos de asesoramiento, diseño y gestión en todas las fases de la ejecución, así como en fases previas o posteriores a la  realización de dichos proyectos.  Así y durante el proceso todas las decisiones, cambios, sugerencias, incidencias,…  utilizan el mismo canal de comunicación:

CLIENTE <—> EQUIPO TÉCNICO

con lo que los responsables de gestionar, ordenar, comunicar,… ante los demás agentes implicados: albañiles, industriales, proveedores,… son los propios técnicos de la empresa de reformas, siendo estos los transmisores de las conclusiones, resultados,… que se hayan obtenido de la interacción con los clientes, dejando estos de preocuparse de la problemática comunicativa que es propia de las reformas u obras.