Nuestro cabello, al igual que la piel, es reflejo del estado general de nuestro organismo. Pero además el cabello es sinónimo de encanto, seducción y feminidad para la mujer y de fuerza y virilidad, en el caso del hombre. Por ello el problema de la caída del cabello tiene mucha importancia para la persona. Es normal perder entre 40 y 80 cabellos por día, una pérdida superior es considerada excesiva y se habla entonces de alopecia. ¿Qué se entiende por alopecia? La alopecia se define como una pérdida de densidad del cabello que puede llegar hasta su desaparición (= calvicie). Se distinguen dos tipos de caída del cabello: Caída progresiva y localizada (alopecia androgenética), de origen hormonal y/o hereditario, que afecta mayoritariamente a los hombres. Caída reaccional o estacional (alopecia reaccional). Repentina y difusa, que puede estar relacionada con varios factores: estrés, cansancio, post-parto, desequilibrio alimenticio, tratamientos médicos… y aparece tanto en hombres como en mujeres. Causas de la alopecia androgenética Tres causas son responsables de la caída progresiva: cada una de ellas puede llevar a una caída progresiva sola o asociada con las otras dos; de ahí la necesidad de actuar globalmente sobre esas tres causas. Causa Vascular: una mala circulación a nivel de cuero