La innovación tecnológica se ha convertido en uno de los factores clave para el crecimiento económico a largo plazo y, con ello, del bienestar de la sociedad en general.La Unión Europea ha situado la política de ciencia y tecnología en uno de sus ejes centrales, y como una de las piezas principales de la Estrategia de Lisboa a la que dará continuidad la Agenda Digital para Europa. El enfoque de las ayudas de este año es algo diferente ya que estas ayudas están dirigidas, por un lado, a facilitar las inversiones por parte de los operadores de telecomunicaciones para extender la cobertura de los servicios de banda ancha de prestaciones básicas en donde actualmente no existen infraestructuras para proporcionar dichos servicios a precios asequibles y, por otro lado, a impulsar la extensión del despliegue de infraestructuras capaces de ofrecer la prestación de servicios de banda ancha de muy alta velocidad, como medio para potenciar el  desarrollo económico con  la incorporación de sus ciudadanos y empresas a la Sociedad de la Información.  Los proyectos susceptibles de obtener ayuda, deben estar encuadrados en una de las dos líneas de actuación siguientes: Universalización de la banda ancha de velocidad básica, con una velocidad de bajada de al menos