Si estas vacaciones has decidido pasarlas en Lisboa, no puedes dejar de hacer una visita a una de las villas con mayor encanto de la región: Óbidos. En ella podrás disfrutar de un maravilloso atardecer y una noche de lo más ambientada por sus bares medievales y un castillo convertido en una de las pousadas más lujosas de Portugal. Esta ciudad, declarada Patrimonio Nacional, posee un encanto especial otorgado por la conservación de algunos de los monumentos más emblemáticos de la época medieval, como la muralla que la rodea y su maravilloso y laberíntico centro histórico, formado por casas de vivos colores adornadas con bellas flores. El Castillo de Óbidos, situado en un pequeño monte, es uno de los mejores ejemplos de fortificación medieval portuguesa, con numerosas torres, almenas y grandes puertas, como la Puerta da Vila. Desde sus murallas, por las que se puede dar un paseo agradable, se disfruta de vistas magníficas de la villa y su región. Al sureste de la puerta principal se encuentra el acueducto, que data del siglo XVI y tiene una longitud de 3 kilómetros. Un monumento en el pueblo de obligada visita es la elegante Iglesia de Santa María, situada en el extremo norte de la calle principal, la