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10 errores que comenten las empresas españolas al hacer email marketing

Cada vez son más las empresas que se animan a lanzar campañas de email marketing para comunicarse con sus clientes o para captarlos, pero muchas creen que basta con contar con una lista de correos electrónicos y una campaña atractiva para ello. “Si no tenemos definida una buena estrategia, el email marketing no trabajará a nuestro favor”.

El equipo de expertos en email marketing de la plataforma Acrelia, ha identificado el top ten de los errores más frecuentes de las empresas españolas, para elaborar el decálogo definitivo de lo que no hay que hacer en email marketing. “Muchas empresas afirman que el email marketing a ellos no les funciona, pero el problema real es que no están siguiendo unas buenas prácticas para conseguir resultados”.

  1. No organizar correctamente base de datos. Es el más común de los errores que cometen las empresas en sus campañas de marketing vía email. Entre los vicios más frecuentes se encuentra traspasar a la base de datos más información de la necesaria. “La herramienta de email marketing no es un CRM, solo hay que volcar los datos que permiten personalizar las comunicaciones o segmentar usuarios.”, señalan desde Acrelia. Otra práctica muy habitual relacionada con la base de datos es filtrar en el CRM y crear una nueva lista cada vez que se hace un envío. Desde Acrelia explican que esto es un caos organizativo que impide hacer un seguimiento correcto de los usuarios. “Acabas teniendo decenas de listas de un solo uso que solo complican la gestión y la evaluación del rendimiento de tus envíos”.
  1. No mantener sincronizado el CRM. Las empresas no suelen actualizarlo con las bajas, quejas y rebotes de las direcciones de correo electrónico que reciben las comunicaciones que se envían en las campañas de email marketing. Desde Acrelia explican que es importante que haya una sincronización bidireccional. Aunque la herramienta de email marketing se encargue de procesar de forma automática las bajas, direcciones que no existen y quejas por spam, esa información tiene que reflejarse en el CRM de la empresa, por si se hacen otro tipo de envíos o se cambia de plataforma de email marketing. Esto se puede hacer de dos formas: exportando la información de la herramienta de email marketing o sincronizándolas vía api de forma automática.
  1. No verificar listas. Existen herramientas que detectan las direcciones de email incorrectas, las que no existen, spam trap y correos inactivos, algo muy útil para mejorar la entregabilidad de las campañas de email marketing. En Acrelia explican que son muchas las razones por las que se deben verificar mails, y la más importante es que aproximadamente el 23% de los emails de una lista son incorrectos, lo que condiciona los resultados de la campaña. Verificar la lista de emails permite ahorrar dinero evitando envíos a direcciones que no existen, mejorar la reputación de la empresa como remitente para no acabar en la carpeta de spam y conectar con la audiencia real, entre otros. Para verificar listas de correo hay que escoger una herramienta que ofrezca cierta fiabilidad cuando realiza los tests (la de Acrelia alcanza el 98%).
  1. Falta de planificación. Como cualquier otra acción de marketing, también deben planificarse las que se hacen vía email. Hay que identificar en un calendario las acciones a realizar, en especial para productos o servicios que están sujetos a cierta temporalidad. Además, añaden desde Acrelia, cuando se elabora el plan anual hay que tener en cuenta fechas o épocas especiales.
  1. No establecer objetivos para cada envío. En cada campaña hay que tener claro cuál es el objetivo principal: crear imagen de marca, conseguir ventas, aumentar visitas a la web, conseguir suscriptores… Si son varios los objetivos, hay que establecer prioridades y una orden de ejecución. Si no se hace, las call to action no dirigirán al usuario a una acción concreta y no conseguiremos los resultados esperados.
  1. No crear plantillas para cada tipo de comunicación. La consistencia en todas las comunicaciones es importante para unificar la imagen de marca. En Acrelia detectan que son muchas las empresas que tienden a crear envíos sobre la marcha con diferentes diseños que a veces no son los corporativos. Para evitar esto hay que definir las plantillas necesarias para cada tipo de comunicación.
  1. No trabajar el copywriting. Incorporarlo en las campañas de email marketing incrementa el interés de los usuarios en las comunicaciones que reciben. Según explican los expertos de Acrelia, un buen copy permite conectar con los receptores con mensajes claros, cortos y concisos, aumentando su interés en el mensaje y consiguiendo que la llamada a la acción tenga éxito.
  1. No testear antes de enviar. Antes de hacer un envío es preciso asegurarse de que todo es correcto, y para ello no basta con enviarnos un test a nuestro buzón de correo. Hay que comprobar el contenido para evitar errores ortográficos o palabras susceptibles de considerarse spam, verificar que los enlaces funcionan correctamente, o confirmar que la parte visual del email, el diseño, es responsive y accesible a todos los usuarios. Si no se hace, puede ser que los emails se recorten, que se envíen comunicaciones con imágenes que no se cargan bien. O incluso con asuntos, encabezados o con datos de remitentes que son erróneos.
  1. No revisar las estadísticas. En Acrelia lo tienen claro: de nada sirve hacer email marketing si luego no se analizan los resultados. Las plataformas de email marketing ofrecen métricas y estadísticas que ayudan a mejorar futuros envíos y a conocer mejor a los usuarios a los que se les envían.
  1. No actualizar la información de los suscriptores. Este es el último de los diez grandes errores que, según Acrelia, suelen cometer las empresas en sus campañas de email marketing. Cuando esta información no se actualiza de forma periódica, las comunicaciones que se hacen dejan de ser relevantes, porque los intereses y necesidades de los suscriptores son cambiantes y hay que adaptarse a ellos. Esta información se puede actualizar a través de encuestas o con datos de otras fuentes.
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