Un elemento tan sencillo como un filtro de aire del motor garantiza la pureza del aire que entra al sistema de combustión, para que este mantenga un rendimiento óptimo, mientras protege y alarga la vida del motor.

Estas piezas deben ser reemplazadas cada cierto tiempo, según las especificaciones detallas en el manual de fabricante. Los filtros de aire del motor otorgan beneficios claves a los usuarios, entre ellas mejorar el rendimiento del motor, pues al estar en buen estado permite generar una combustión más eficiente.

Además, un filtro de aire del motor ayudará a que este reciba aire suficiente para tener energía y buen desempeño, evitando así un consumo excesivo de combustible.

La protección al motor es el beneficio principal, pues evita que partículas grandes o pequeñas, y otros agentes contaminantes, ingresen y dañen partes fundamentales como válvulas, cilindros y pistones.

Estas piezas, que forman parte del sistema de admisión, pueden venir elaboradas en distintos materiales como:

1. Papel. Este es el material que mayormente se utiliza hoy en día, ya que son más accesibles y fáciles de reemplazar por el propietario. Están hechos por un papel de celulosa y su forma se asemeja a la de un acordeón. Estos, en comparación a los fabricados en otro material, tienden a tener una vida útil un poco más corta. Sin embargo, su rango de eficacia suele estar entre el 80 y 95 %, aunque todo dependerá de la calidad ofrecida por el fabricante.
2. Espuma. En esta alternativa, una espuma porosa de poliuretano es la encargada de filtrar toda la suciedad que pase por ahí. Entre sus mayores ventajas destaca que son reutilizables y lavables, además de tener una mayor capacidad de retención de los agentes contaminantes ya mencionados. Los filtros de este material ofrecen un mayor respiro al motor dando como resultado un mejor desempeño en general del vehículo.
3. Algodón o tela. Son considerados los mejores por su excelencia y durabilidad. Son utilizados por los propietarios que buscan un alto rendimiento de su coche, ya que son capaces de filtrar partículas muy finas, como el polen, dejando pasar un mayor flujo de aire de calidad al motor. Se puede lavar simplemente con agua y jabón suave, sin necesidad de ningún químico especial. También, es reutilizable, lo que permite reducir gastos a la larga, contribuyendo con un estilo de vida sostenible y favoreciendo al medio ambiente.

Fuente:NotasdePrensa.es