La cadena valenciana de distribución Mercadona sigue con su apuesta por la convivencia con los mercados tradicionales. Abrirá cuatro nuevos establecimientos en mercados municipales, concretamente en Santa Coloma de Gramanet y San Pere de Ribes, ambos en Barcelona, en el Mercat de Cap Pont (Lleida) y en el Mercat de Montcada, con lo que la compañía alcanzará los 22 puntos de venta en un entorno de comercio minorista. Después de un periodo de “indigestión” por parte de los comerciantes tradicionales, ellos mismos se han dado cuenta que la cercanía de Mercadona no es una amenaza sino una oportunidad, ya que permite que el clásico mercado tradicional cuente con una locomotora impresionante. Muchos de ellos han empezado en tratar productos que por precio o por características Mercadona no puede ofrecer completando de esta forma el surtido y la oferta comercial.

La enseña que capitanea Juan Roig cuenta en la actualidad con 18 tiendas ubicadas en plazas de abastos y comparte espacio y clientes con más de 1.000 comerciantes.

La primera experiencia de este estilo se puso en marcha en el año 2001 en el Mercat de Sant Salvador de Vilafranca del Penedès, en Barcelona, provincia donde el grupo cuenta ya con ocho establecimientos en convivencia y donde se ubicarán hasta dos de los nuevos proyectos.

Despues de Barcelona, Madrid es la región donde más tiendas localiza Mercadona en plaza de abastos, con cuatro aperturas, seguido por las Islas Baleares, con dos emplazamientos.

También los consumidores de las localidades de Salt, en Girona; Vigo, en Pontevedra; Benidorm, en Alicante, y Manises, en Valencia, gozan ya la posibilidad de disponer de comercio detallista y una mediana superficie en el mismo centro comercial.

En muchos casos las inversiones para las adecuaciones de las plazas de abastos para un Mercadona ha supuesto una reforma total para toda la estructura a beneficio de comerciantes y sobre todo de clientes.