La Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua ha elaborado un proyecto de decreto que regulará la obligatoriedad de mantener la trazabilidad en los productos agrícolas de la Comunitat Valenciana y su primera comercialización, lo que dota de mayor transparencia al sector agrario.

Esta iniciativa, que refuerza la seguridad de los consumidores sobre los alimentos que adquieren, está orientada a los agricultores, empresas agrícolas y empresas alimentarias y de piensos de la Comunitat Valenciana, es decir todos aquellos agentes que participan en la producción y primera comercialización de alimentos, materias primas para alimentación animal y piensos, que deberán adoptarla.

Para conseguirlo, la nueva reglamentación establece con detalle los requisitos de la documentación y registros que deben generarse en el proceso de primera comercialización, de manera que permitan demostrar la voluntariedad y legitimidad de las transacciones comerciales entre el agricultor o empresa agrícola y la empresa alimentaria o de piensos de elaboración, producción, transformación o distribución.

Hasta ahora, estas acciones se regían por el Decreto 100/2010, que sintetizaba la normativa europea en materia de trazabilidad alimentaria, detallando las obligaciones de los agricultores respecto a los registros y su contenido mínimo, y que quedará derogado en aras de una mayor claridad legislativa.

Como novedad más importante del nuevo decreto se encuentra el deber de documentar mediante un contrato de compraventa o similar las condiciones de la transacción comercial y de plasmar las características del producto que se comercializa, la identificación del propietario, el origen y las condiciones de entrega y de pago y que se manifieste fehacientemente la voluntad de ambas partes de intercambiar el producto.

La nueva norma también detalla cuáles son los requisitos de la documentación: debe constar la identificación del propietario de los productos agrícolas, las características del producto que se comercializa, el origen de los productos y las condiciones de entrega y de pago y debe manifestarse claramente la voluntad de ambas partes de intercambiar el producto.

La trazabilidad permite conocer el lugar en el que se ha producido un alimento, así como los lugares y agentes que participan en los procesos de comercialización, confección, transformación y puesta a disposición del consumidor.

Por tanto, es una herramienta fundamental para informar a los consumidores, que garantiza la calidad y la responsabilidad de todos aquellos agentes que participan en la cadena alimentaria.

Además, aplicada en el ámbito de la seguridad alimentaria, permite proceder a retiradas específicas y precisas de productos, facilitando la intervención a las autoridades competentes encargadas de su control.