Las empresas de construcción que se especializan en trabajos verticales ofrecen una variedad de servicios diseñados para resolver desafíos estructurales en lugares de difícil acceso. Este tipo de actividad, que utiliza técnicas de escalada y suspensión, permite realizar tareas en alturas sin necesidad de andamios tradicionales, aportando eficiencia y reducción de costes. Estas compañías son esenciales para el mantenimiento y modernización de edificios, ya que garantizan la seguridad y la calidad en cada intervención.   En el ámbito de los trabajos verticales y rehabilitación de edificios, los servicios incluyen limpieza y mantenimiento de fachadas, reparación de grietas, impermeabilización, y pintado de superficies exteriores. Estos trabajos son fundamentales para prolongar la vida útil de las estructuras y preservar su estética. Además, suelen encargarse de la instalación y reparación de sistemas de aislamiento térmico, contribuyendo a la eficiencia energética de los edificios.   Servicios clave   Uno de los servicios más destacados es la limpieza de cristales y fachadas, indispensable para edificios de gran altura. Las técnicas permiten un acceso directo y rápido a cualquier área, asegurando resultados impecables. Otro servicio común es la instalación de sistemas de protección, como barandillas y redes de seguridad, que son fundamentales para cumplir con las normativas de seguridad laboral.   La rehabilitación de

El sector financiero, que es uno de los pilares de la economía global, enfrenta un elevado volumen de ciberataques. De hecho, representan una quinta parte de todos los incidentes cibernéticos a nivel mundial, según el FMI. Esto se debe a su condición de sector crítico y al valor que los datos y activos financieros tienen para los cibercriminales. En este contexto, el Reglamento de Resiliencia Operativa Digital de la Unión Europea (DORA, por sus siglas en inglés) se presenta como un cambio de paradigma en la ciberseguridad del sector. Con fecha de aplicación obligatoria a partir del 17 de enero de 2025, DORA tiene como objetivo principal garantizar que las entidades financieras sean resilientes frente a los ciberataques y que puedan recuperarse rápidamente de incidencias operativas críticas, minimizando el impacto tanto para las empresas como para los consumidores.   DORA: Más que una normativa, un cambio en la cultura de ciberseguridad Esta regulación no solo refuerza las obligaciones normativas del sector financiero, sino que redefine su enfoque hacia la ciberseguridad y la gestión de riesgos tecnológicos. Su importancia radica en la capacidad de las empresas para no solo protegerse, sino también para anticiparse y adaptarse a incidentes operativos, asegurando la continuidad de sus servicios